Las diferencias entre zurdos y diestros. Qué dice la ciencia
Grandes
personajes históricos como Napoleón, Albert Einstein, Leonardo Da
Vinci, Charlot o Mozart tenían una característica en común
(además, obviamente, de su popularidad): todos ellos eran zurdos.
En
la actualidad, también coincidimos con varias celebridades y
personajes ilustres que usaban la mano izquierda para escribir, como
el fallecido Hugo Chávez, o cuatro de los siete últimos presidentes
de los Estados Unidos, incluido Barack Obama.
La ciencia investiga las peculiaridades de zurdos y diestros
Todos
eran zurdos. A juzgar por esta introducción, cabría pensar que la
historia nos ha dejado grandes personalidades zurdos. ¿Tal vez más
capacitados para gobernar países? ¿Con mejores dotes artísticos y
creativos? La ciencia, desde hace décadas, investiga acerca de la
incidencia de esta particularidad.
Aproximadamente,
se suele decir que un 90% de la población es diestra, esto es, usa
la mano derecha y el pie derecho prioritariamente. Un porcentaje
mucho menor, un 10%, son zurdos. Las investigaciones al respecto de
esta cuestión son algo confusas, pero en este artículo voy a
intentar explicar cuáles son las principales diferencias en la
salud, el cerebro y el psiquismo de los individuos según sean zurdos
o diestros.
Zurdos o diestros: ¿cuál es la causa de esta característica?
Según
reconocen los expertos en neurociencias, no existe ninguna evidencia
definitiva ni ningún marcador neurobiológico contrastado que cause
que una persona sea zurda o diestra. Sin embargo, sí coinciden en
señalar que, en la etapa fetal, los humanos ya empezamos a
desarrollar una preferencia sobre una mano o la otra. Otras teorías
señalan que, durante las ecografías que se realizan a las
embarazadas, puede distinguirse si un bebé será diestro o zurdo
observando qué mano que tiene más cerca de la boca la mayor parte
del tiempo.
El 10% de la población mundial usa preferentemente la mano izquierda
Aunque
la ciencia todavía desconoce con exactitud muchas cuestiones acerca
de los zurdos y los diestros, sí que ha podido arrojar varios datos
de interés. Como antes he comentado, se calcula que el porcentaje de
personas zurdas en el mundo ronda el 10%, aunque también es cierto
que existen individuos que no serían “diestros naturales”, sino
que habrían nacido zurdos pero habrían sido corregidos para usar la
mano derecha.
Y
es que, de hecho, hasta hace pocas décadas muchas personas eran
obligadas, con todo tipo de métodos, a usar la mano derecha en vez
de la izquierda para escribir. Fue una práctica habitual durante el
inicio del franquismo español.
La desgracia histórica de las personas zurdas
No
es el único atropello histórico que han sufrido los zurdos. Las
personas con esta particularidad han sido especialmente repudiadas en
distintas épocas, bajo el estigma de estar poseídas por el demonio,
o por falsos estereotipos que los tachaban de delincuentes y
maleantes.
No
es de extrañar, pues, que esta persecución hacia los zurdos
culminara en ciertos métodos —digamos— “pedagógicos” para
corregir esta supuesta desviación. Muchos ancianos zurdos en España
recuerdan con pesar cómo fueron presionados y obligados a escribir
con la mano derecha en su etapa escolar, reconvertidos a diestros aun
en contra de su naturaleza.
Estudios científicos
Varias
investigaciones han intentado explicar por qué algunas personas son
zurdas y otras diestras, y sus diferencias cerebrales, biológicas y
psicológicas.
Los diestros son “más diestros”
Entrando
en materia científica, cabe destacar que, según un estudio
realizado en la Universidad de Ontario, “los diestros son más
diestros comparados con los zurdos, que tienden más a ser
ambidiestros; a ejecutar con más habilidad ambas manos”. En otras
palabras, los investigadores aseguran que las personas que usan
preferentemente la mano izquierda son mucho más hábiles con la
derecha que los diestros respecto a la mano izquierda.
Esto
podría explicarse porque las personas zurdas se han visto obligadas,
desde corta edad, a manejar utensilios y herramientas diseñados para
diestros, con lo cual acaban desarrollando una mayor capacidad para
controlar su “mano mala”.
Los zurdos viven menos años, en promedio
Uno
de los aspectos sobre los que la ciencia más ha profundizado es
sobre la longevidad de los zurdos y los diestros. Y es que, según se
ha demostrado, los zurdos tienden a vivir unos nueve años menos de
promedio que los diestros. Pero, ¿por qué ocurre esto? Existen
varias hipótesis que intentan explicar esta diferencia.
Una
de las más extendidas reza que es posible que los zurdos sean más
propensos a sufrir algunas alteraciones mínimas durante su
desarrollo, cosa que les haría más proclives a sufrir ciertas
enfermedades.
La genética entra en juego
Sí,
parece que ya hay datos que apuntan a que la preferencia por una u
otra mano podría tener un origen genético. Concretamente, esto es
lo que descubrió un grupo de investigadores de la Universidad de
Oxford, cuando aislaron una variable genética que se relaciona con
el hecho de preferir usar la mano izquierda. Esta variante, de nombre
LRRTM1, es también un predictor de la esquizofrenia. Es decir, que
las personas que poseen esta variable genética tienen más riesgo de
padecer esta enfermedad neurológica.
De
todos modos, la relación entre poseer esta variación genética con
padecer esquizofrenia solo ha sido correlacionada de forma leve; se
desconoce exactamente qué papel juega este gen en la multitud de
características y propensiones que desarrollará el individuo
durante su vida. De hecho, el grado de correlación entre la zurdera
y poseer dicho gen todavía sigue estudiándose.
La lateralidad cruzada y las diferencias cerebrales
Las
diferencias entre el cerebro de zurdos y diestros contribuyen a
profundizar en las pocas respuestas y muchas incógnitas sobre la
lateralidad de los seres humanos. Como ya hemos explicado en
anteriores artículos de Psicología y Mente, nuestro cerebro consta
de dos hemisferios, derecho e izquierdo, y aunque el cerebro opera
globalmente, cada uno de estos hemisferios está especializado en
ciertas funciones.
Se
suele decir, aunque es una simplificación un tanto acientífica, que
el lado izquierdo del cerebro se encarga de procesar la información
numérica y lógica, mientras que el hemisferio derecho está más
vinculado a la creatividad y a la forma en que sentimos y nos
emocionamos. Y a todo esto, ¿qué ocurre con la escritura? En más
del 80% de la población, la escritura está más vinculada a la
actividad en el hemisferio izquierdo, que a su vez rige nuestro lado
derecho (sí, aunque suene contraintuitivo). Estas personas, por
tanto, son diestras. En el caso de los zurdos, la cosa se complica un
poco, puesto que la actividad relacionada con la escritura está más
uniformemente repartida entre ambos hemisferios.
Será
necesario seguir investigando en torno a esta cuestión para seguir
aportando datos interesantes sobre las causas de la lateralidad y las
diferencias entre zurdos y diestros. De momento, nos quedamos con más
preguntas que certezas.
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